lunes, 8 de septiembre de 2014

Catorcenal 134: Adiós y buena suerte…


Por. Me verás volver…

“Poder decir adiós… es crecer”.
GUSTAVO Adrián CERATI Clark (1953-2014)


El Multi Foro Cultural Alicia tiene un primo-hermano: Foro El Bicho. Ambos brindan espacio a manifestaciones artísticas emergentes. El primero se enfoca –desde hace 18 años- a impulsar la música pujante, distinta, otra… El segundo a la difusión de la dramaturgia y la cinematografía contemporánea realizada en México de un par de años a la fecha.

“Adiós y buena suerte”, es una puesta en escena escrita por Gibrán Portela, que inició temporada el pasado mes de agosto. Semana a semana tres roomates amanecen en El Bicho -ubicado en la calle de Colima número 268, casi esquina con Insurgentes en la colonia Roma de la Ciudad de México- con una terrible, pero constante resaca, a consecuencia de la maratónica fiesta del fin de semana.

En un lunes que parecerá domingo, Scarlett (Sara Pinet), Próculo (Hamlet Ramírez) y Natividad (Miguel Romero), acompañados de una “actuación especial”, reflexionarán sobre sus relaciones afectivas fallidas: Mentiras, verdades a medias, traumas y frustraciones de mucho tiempo atrás, como el “pretexto” para disertar–casi involuntariamente- sobre lo efímero de los vínculos humanos en la actualidad. Todo mientras observan uno de sus programas de televisión favoritos y comparten con el público la historia de “amistad extraordinaria” entre “Fede” (el perro) y “Camila” (la víbora)… ¡perdón, la boa!

La actuación especial varía: Úrsula Pruneda, Pedro Mira, Alejandro Ricaño y Memo Villegas son sólo algunos de los nombres que han adoptado dicha participación en la corta temporada. Pese a que todas las funciones, tanto de teatro, como en el Cineclub, son de aportación voluntaria, es necesario reservar con anticipación.  “Adiós y buena suerte”, obra de teatro que se presenta los lunes que restan de septiembre (8, 15, 22 y 29), a las 20:30 horas en las instalaciones de El Bicho.

Ahora bien… ¿Qué queremos decir cuando –valga la expresión- “decimos adiós”? En el diccionario se hace referencia a las despedidas, “un saludo conmovedor aderezado con cierta dosis de incredulidad”. Pese a ello, podríamos decir que mientras estemos con vida, la esperanza de un reencuentro prevalece. Y como ya se ha escrito antes: “ningún reencuentro es coincidencia”. Quizá ya no ocurra con el mismo sentir, ni las mismas emociones. Pero sí con la experiencia y el recuerdo de todo lo compartido previamente.

Desde este punto de vista, el único adiós definitivo sería la muerte. No obstante, si nos ceñimos a las reflexiones que hemos construido desde este “espacio casi quincenal”, a.k.a. #14Nal: “La muerte se lleva la presencia física, pero nunca arrebata el espíritu”. Está esa otra que sentencia: “No se muere quien se va, sólo se muere quien se olvida”.

De modo que si no tiene oportunidad de apreciar la puesta en escena que trajo a colación el tema del “adiós”, si le pedimos que reflexione en torno a qué queremos decir cada vez que expresamos uno. A diferencia de un “hasta pronto” o “hasta luego”, el primero parece tener un carácter de definitividad irrevocable. También habría que revisar a quién se lo hemos dicho, y si llegados a ese punto hemos podido acompañar la despedida con un sincero “buena suerte”.


Consejo veraniego:

Escuchar para pensar, pensar para escribir y escribir… para seguir viviendo.


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