lunes, 22 de septiembre de 2014

Catorcenal 135: Redención



Por. Té para tres…


Para Carlos Alabat: Por imponernos el reto de incursionar en la ficción, cuando la realidad está cada día más cabrona.
A la MeMoria de Rockdrigo González a.k.a. #ElProfetaDelNopal: Por 29 años de inmortalidad...


Redención: Rescatar, salvar o liberar de esclavitud. Redimir a un cautivo. Librarse de una obligación.// Un texto escrito en algún lugar de Jalisco, en septiembre de 2014.

Hace 10 años que Felipe había estado en Jalisco por primera vez. Ahora experimentaba la profunda sensación de que era necesario aprender a desaprender. 10 años antes lo habían detenido por portar una dosis máxima de “hierba mala”. En consecuencia pasó 72 horas detenido (previa prueba de sangre) para confirmar que efectivamente era farmacodependiente y así “deslindar responsabilidades”.

Transcurridos esos tres días, tuvo que “acomedirse a hacer mandados” en el Mercado de San Juan de Dios. La misma falta de recursos hizo que durmiera a un costado de la Catedral. A media noche lo despertaron un par de eso que la gente promedio llama “almas caritativas”, para ofrecerle un bolillo seco relleno de “no sé qué”, acompañado de un atole “con sabor a nadie”.

Ahora, mientras recuerda esa cálida experiencia, sonríe con una risa burlona como la de aquellos que saben que tarde o temprano… todos vamos a morir. Algunos más solos que otros, algunos menos “equis” que nunca ningún nadie. Mientras evoca los recuerdos de su #AmorProhibido se escucha a lo lejos una “música ligera”: distinta, otra…

No quiere, ni sabe a ciencia cierta cuándo va a volver. De lo que si está convencido es que necesitará de una buena excusa para transitar otra vez por las calles de Guadalajara y sus alrededores, por esos municipios conurbados de la Zona Metropolitana que transcurridos 10 años se han convertido en un “segundo hogar”. A pesar de que hace 10 años México no estaba en supuesta “guerra” contra el narcotráfico, esta vez, piensa, no le “patear e﷽﷽﷽﷽﷽﷽﷽﷽ la Ciudad no le "ados de la Zona Metropolitana que se han convertido en un "es, por los municipio a noche lo despertaá el culo” una Ciudad que se jacta de ser “la querida” de un país en llamas.

Felipe ahora es otro. En estos diez años aprendió que “no se muere quien se va, sólo se muere quien se olvida”. También, que es posible vivir de otra manera: entregando mucho más de lo que se está dispuesto a recibir. Ahora todos y cada uno de sus latidos están dedicados a alguien en particular, al menos así quiere creerlo.

Mientras sorbe su primer trago de “El Fierro del Patrón” comienza a tararear mentalmente la canción con la que aprendió a conjurar el Olvido, una vez que entendió que su #AmorProhibido, en realidad era un #AmorPerdido. Mientras tararea, silba, y al silbar comienza a llorar, porque recuerda que en ocasiones sólo queda llorar profundamente. Por ese tiempo que creía vivo, pero que bastó una breve estancia en Jalisco para confirmarlo muerto: “Amor perdido, si como dicen es cierto que vives, dichoso sin mi…”


Deseo pre-cumpleañero:

Libre (otra vez).
Libre como el viento del verano (peligroso).
Peligroso como el Marx…
Me sentí seguro y libre (como el pensamiento), como para no volver.

#AmorPerdido


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