martes, 30 de agosto de 2011

Catorcenal: a77aque.

Por. La carta que escribí cuando te fuiste

Para Armando Ortiz “El cónsul”:

Locutor imprescindible de Horizonte 107.9FM,

quien ahora flota en una dimensión sincopada,

mientras “el jazz de la Ciudad” está de luto…


Un antídoto de amor, para subsanar que nuestra reflexión se avoque a cuestiones negativas, pero como ya escribimos una vez: “hablaremos bien de este país cuando la situación lo amerite, menos no”. Entregamos las siguientes líneas, un oasis en medio del horror cotidiano, un instante detenido, un suspiro ahogado, una subversión literaria, un ataque poético:

Hoy salí a caminar,

vi dos chicas con la mirada perdida,

una pareja que discutía,

un sujeto que fumaba,

a la chica que sólo le observaba,

un anuncio espectacular: “Cómo aprender a vivir”,

un grupo de trabajadores levantando otro distribuidor vial,

de esos cuyas “ballenas” atemorizan en la madrugada.


Vi los campos de fútbol atiborrados de chiquillxs,

continuaban entonces las vagaciones de verano,

unas gafas azules,

camisetas desteñidas,

propaganda electorera de sexenios atrás,

vi también a una señora regañando a su hijo pequeño,

tres puentes peatonales,

una esquina derruida, pues ahí se levanta otro edificio,

de esos grandes que demandará agua y electricidad,

y cambio arrojará basura e indiferencia.

Por cierto, vi anuncios de escuelas de idiomas,

de inglés principalmente -por si le interesan-,

vi al sol un par de veces,

los camellones,

la gente,

una mujer consternada por no tener seguridad social,

una mujer preocupada por su hijo que se fue a probar suerte a EU,

de eso hace tres meses y sigue sin tener noticias de él,

niñxs jugando en un parque sin pensar en la incertidumbre laboral del futuro,

ni en los excluidos de la educación superior del presente,

tampoco en el narcotráfico como opción de “trabajo“ante la miseria,

miseria que parece permanente,

también vi tres señores con bigote y sobrepeso,

dos muchachas que sonrieron nerviosas al descubrir que las veía,

la sonrisa a media cara de un vendedor de periódicos,

y en medio de esta lista de personas y cosas,

no te vi a ti.

Taller de Burlesque…

Este sábado 03 de septiembre, Burlesquimeras retoma la formación de cuadros en el arte escénico-erótico del Burlesque, la cita es partir del medio día en Le petite Chambre, avenida Revolución #23, entre Tacubaya y Condesa, cerca del Metrobús La Salle.

Las Institutrices de Belleza Universal, garantizan una formación integral en dicho arte. ¡Anímese y déjese envolver por la excitante experiencia Burlesque!

No olvide que es para todo tipo de cuerpo.

Razón

A quienes vibraron por Catorcenal 76:

“Las dictaduras no se equivocan cuando prohíben y desprecian la cultura, ya que el monopolio del poder, implica el monopolio de la palabra y en la estructura social de la mentira, revelar la realidad implica denunciarla”.

Eduardo Galeano

martes, 16 de agosto de 2011

Catorcenal 76:MeManifiesta.

Por. Simulacro de melancolía…

A Blas Otero, por su "me queda la palabra..."

Nota: Lo escribimos en femenino para darle más fuerza y contundencia al asunto.

Puede que no sea hija de un político importante, no le aunque, gozo de la misma capacidad de IMAGINACIÓN que aquella que lo sea.

Puede que tampoco sea moderna, hipster o rockera, porque mi gusto musical trasciende fronteras y se pierde en lo grupero, la anarcumbia y el electro ¿por? Porque además todas la fronteras son mentales.

Quizá no soy “el mejor partido”, porque no tengo un auto propio, casa enorme y cuentas o inversiones, ni suspiro por la ropa de marca.

Tengo la palabra, la uso en femenino para efectos de solidaridad con quienes más padecen la miseria, el hambre, la marginación y exclusión, el VIH, la pobreza: nosotras las mujeres, más si somos indígenas o analfabetas.

Puedo no ser la más bella, vamos, ni siquiera la más alta, pero mi estatura queda definida por la distancia que hay de las estrellas a las ideas de mi cabeza. Me visto “casual” como suelen decir por ahí, pero no tengo empacho en travestirme de “chacal” (a.k.a. drag king), para cuestionar a los hombres en “sus espacios” o robarle un suspiro al público ausente que acude a un show de Burlesque.

Me llaman calle, columna, revista (impresa y por internet), radiofónica, soy simulacro de melancolía, que recorre las calles de una ciudad saturada e indiferente, si pudiera cambiarle algo, cambiaría esas caras de abandono y mortificación con las que coincido frecuentemente en el metro, los bares, el arrabal y mis cantinas.

Soy la palabra y quizá soy el único recurso que le queda a un pueblo/país “aparentemente” condenado a la miseria, el subdesarrollo, la violencia cotidiana, la apatía ciudadana y demás monstruos. Porque el hablar de nuestros temores -incluso con uno mismo en voz alta –permite exorcizar el dolor, la soledad y abrir la puerta al consuelo.

Soy la palabra vertida en un mar de “problemas sin solución”, al menos eso dicen algunos, afortunadamente no todos. Lo cierto es que soy lo que tiene el ciudadano o la persona que busca que esto se mueva, en el mejor de los casos, que el panorama cambie. Si efectivamente “el tirano tiembla hasta del crujir de una hoja de papel”, empecemos por la palabra, por recuperar la capacidad de asombro ante el horror cotidiano que presenciamos, reivindicar la calidad humana que nos caracteriza y pertenece.

Hay que hablar para darle identidad a 24mil muertos, más los que se agregan mientras usted leyó esto, para evaluar y procesar lo que está sucediendo en este país, no obstante como cantó el grupo MeCago: “aquí seguimos con las mismas ganas de soñar…”

Con afecto.

La palabra.

Este texto fue la respuesta a la MeMaestra en Artes Visuales ElviAmor, divulgadora de ciencia en UNIVERSUM que se atrevió a interpelar al “negrito preguntón”, usted también puede hacerlo lacatorcenal@gmail.com


Conclusión:

Las mejores cosas de la vihda son grati$$$, duran poco, y la distancia las separa…

Aunque ahora andan diciendo que el precio es la distanCIA ¡zas!

p.d. “Nunca haga nada por otro que no sea lo que más desea”.

Atte. Un marinero citadino.