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martes, 14 de octubre de 2014

Catorcenal 136: Kumbia Queers (2014)




Por. El disco que un día te regalé.

Nuevamente coincidimos con el conjunto México-Argentino, Kumbia Queers. Sexteto de chicas que apuestan musicalmente por el tropipunk, en el contexto de la gira que las trajo de vuelta por tierras aztecas, aprovechamos para platicar con ellas con respecto a qué ha cambiado, cómo se sienten dos años después del lanzamiento de “Pecados Tropicales” y qué traerá el futuro inmediato para ellas. Aquí sus respuestas:

Patricia (bajo): Me siento bien por el disco ya que lo hemos presentado en varios países de Europa, además de Chile, Argentina y México. Este último es el lugar donde nos curtimos, porque nos hicimos tocando. El primer cambio importante es que se incluyen temas en los que cantamos más integrantes de la banda, eso nos ha permitido variar nuestro repertorio. Tenemos una mentalidad muy abierta, sumamente dúctil. Gracias a eso hemos podido movernos, variar, e inclusive mutar, y eso es lo que me mantiene contenta: buscar nuevos caminos y situaciones para vivirlas con las chicas. Hacemos lo que nos gusta y mantenemos un sentimiento particular con México, ya que la gente nos apoyó y soportó, borrachas, descontroladas, pero juntas hemos aprendido de todo eso.

Pilar (guitarra): Aunque nos empezó a perjudicar el tema de la distancia, alcanzamos una plenitud, que a la vez nos hace seguir deseando cosas nuevas, seguir probando, explorar y tocar otros ritmos, como un grupo que se está renovando permanentemente. Ya que vivimos en el “neo-realismo tropipunk”, nosotras lo asumimos como una especie de estatuto que se resume en que si conseguimos cosas buenas y de calidad, lo hacemos todo bien… sino con lo que hay. Amamos México de tal modo, que dos años sin venir se nos hicieron largos. Este país se volvió parte importante de nuestras vidas.

Juana (maraca): Tenemos ganas de un disco nuevo, pero debido a que nuestra moneda se debilitó bastante hemos cambiado mucho, aunque el mundo sigue girando igual. Lo más grato de volver es el reencuentro con los amigos. Lo único que tenemos claro en este momento es que tenemos que seguir caminando, encontrándonos, de modo que esperamos que la próxima vez sea en Argentina… y ojalá sea pronto.

Flor (teclados): Nosotras cambiamos en un montón de cosas: más lugares conocidos, más recitales, somos las mismas sólo que en mi caso, conocer el mundo a los 25 años y en compañía de las chicas es algo bastante loco. Todos los días pienso en lo que significa estar donde estoy. Lo que sigue es grabar un nuevo disco, seguir tocando todo lo que podamos, apoyar lo que consideramos que es necesario apoyar y estar donde hace falta que estemos. Estamos muy contentas de estar acá y esperamos volver pronto… que pase menos tiempo.

Inés (batería): Estoy con ganas de hacer cosas nuevas. Yo en lo particular no me quedo con nada, pues considero que cada lugar es especial. De ahí que no sé a ciencia cierta qué es lo que vendrá. Lo que si sé, es que me gustaría que seguir trabajando con gente como Pablo Lazcano de “Damas gratis”, un productor al que le aprendimos mucho y por lo mismo éste disco quedó más redondo.

A decir de Alí Gua Gua (voz y güiro), “llega un momento de la vida en que es imposible detenerse… ni siquiera por amor”. Sabe de lo que habla, ella es  la única integrante mexicana de Kumbia Queers, que vive y resiste en la Ciudad de México y cuya capacidad de gestión se puso a prueba durante el “Viva la Independencia Tour”. Mismo que llevó a estas seis chicas a Cuernavaca, Morelos; Guadalajara, Jalisco; Mérida, Yucatán; y en el Distrito Federal al Lunario del Auditorio Nacional, la Muestra Internacional de Cine con Perspectiva de Género (en donde además se presentó un documental sobre ellas) y que concluyó con una fecha memorable en el Multiforo Cultural Alicia, al lado de La Orrorosa (Colombia) y Sonido Gallo Negro (México).

Así se confirma lo que antes sucedió en Estados Unidos (Nueva York, Chicago, Austin, San Francisco y Los Ángeles), así como en Argentina, Chile y próximamente Uruguay: Son la prueba contundente de asumir y sobre todo, ser congruentes con su propia filosofía: Hacer que las cosas sucedan… ¡Kumbia nenas!

Y por favor, que no cese la Autogestión…


Stencil Urbano:

Defender la causa antes que el amor…

#AyotzinapaSomosTodos





miércoles, 30 de julio de 2014

Catorcenal 132: Juventud precaria




Por. Elegante forma de seguir siendo…


A Eduardo del Río “Rius”, por 80 años de humor…


Toda una generación con la esperanza perdida. Si no es como dependiente en cualquier franquicia de comida rápida, es como migrante rumbo a los Estados Unidos de América, con nulos proyectos de vida a largo plazo: sicarios, halcones, mulas, burros… También los hay excluidos de la educación superior, los que no cursarán Filosofía en la preparatoria (si es que llegaran a ella). Tienen legalizada la subcontratación, minadas las prestaciones laborales, disminuidos los puestos de trabajo de tiempo completo, “legalmente” saqueados los recursos naturales… ¿qué les queda?

En principio, un grito desesperado ante una crisis de “valores” cívicos de enormes proporciones. Una supuesta guerra contra el narcotráfico que ha dejado niñas y niños huérfanos, 23 mil 640 asesinatos en los primeros 14 meses de la administración de Enrique Pena-Miento, periodistas desplazados, desapareciones forzadas, en todas estas estadísticas, quienes sobresalen son jóvenes.

Se trata de las y los primeros descendientes de lo que Rosaura Barahona definió como la Generación Agotada: “Los privilegiados estudiaron y soñaron con una carrera que ayudara a cambiar el mundo. Los no privilegiados vieron crecer el abismo entre su mundo y el otro, cuando el campo se terminó y los salarios se degradaron (…) El mundo dice que se globaliza (sólo una parte se puede dar ese lujo) y se agrava la polarización entre el primer y el tercer mundo. México sigue empantanado, a pesar de la alternancia iniciada por el presidente más tonto de nuestra historia. Los insaciables partidos se enriquecen y se adueñan del país. La impunidad sigue imperando en nuestras vidas. Para qué denunciar, si no sucede nada”.

De ahí que no resulte fortuito el respiro profundo que tuvimos que coger antes de escribir lo aquí expuesto. Tampoco es fortuito que esta #Catorcenal sea la número 132, como el espejismo de movimiento social que vivió esta juventud precaria durante el año 2012.

Desmovilizados, cooptadas sus caras mediáticamente más visibles, invalidadas sus consignas a través de las leyes secundarias en materia de radiodifusión y telecomunicaciones. Mismas que no pasaron de ser un pleito entre ricos (agentes preponderantes, competencia económica, monopolios mediáticos). Nada de derecho a la información para quienes estudian Comunicación. Más cadenas televisivas como Televisión Azteca, ahora peor… una para los Vásquez Raña, la suya, por fin, para Carlos Slim.

Lo dicho: una riña entre ricos, en la que el grueso de la población permaneció como espectador, o ni siquiera eso. Juventud precaria que no entendió el por qué de la “nueva” legislación, ni su trascendencia más allá de la cantaleta esa de que bajarían las tarifas.

Nada de medios públicos y mucho menos comunitarios, o si, pero muy al estilo de la Cámara Nacional de la Industria de la Radio y la TV. ¿A quién le importa la alfabetización de las audiencias, la calidad de los contenidos, la perspectiva de género permeando la programación, la manera tan descabellada en que se recurre a la “publicidad integrada”? Lo mismo para vender “productos milagro” que candidatos presidenciales a través de infomerciales disfrazados de periodismo.

Ante tanta insensatez, quizá el mayor peligro sea volverse personas sordas o indiferentes, para que eso no le pase, escriba: lacatorcenal@gmail.com



martes, 17 de junio de 2014

Catorcenal 131: Alejandro Magallanes



Por. La inteligencia viene de las muelas

Para Juan Guillermo Figueroa:
Lector asiduo, mentor sustituto y co-asesor de la tesis de Maestría que pronto tendrá su réplica oral… ¡es tiempo!


¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Dónde? ¿Quién? ¿Por qué? ¿Para qué? Es la exposición retrospectiva con la que el diseñador gráfico, Alejandro Magallanes (Ciudad de México, 1971) resume 22 años de trabajo constante, sintetizados a través de 450 carteles que realizó entre 1992 y 2014.

Días antes de la inauguración, el equipo de #Catorcenal conversó con el artista en su estudio de la colonia Narvarte. Ahí confesó que se asume como “un diseñador que se dedica a un montón de cosas”, definió al diseño como “un juego sumamente divertido” y al  proceso creativo que este arte implica como “el intento por resolver un rompecabezas”.

Dado que el diseño persigue el mayor número de espectadores posibles, Magallanes trata que se noten las experiencias que ha tenido a lo largo de su vida.  Asegura que le gusta el diseño, porque a partir de él puede hacer muchas cosas, como esculturas o incluso vestuario. Además de que siempre resulta emocionante dado que se trata del prólogo a la obra de alguien más: dibujos, letras, manejo de imágenes.

Con respecto a la situación actual del país, afirma: “la veo peliaguda, trató de ser idealista y pensar que a mi me toca trabajar con la Cultura, partiendo de que eso es lo mejor que podemos tener como sociedad, apuesto a que gane terreno mediante mi trabajo, y espero que cada quien (desde su trinchera) pueda trabajar para que el país sea mejor”.

Para referirse a la exposición retrospectiva inaugurada el pasado jueves 12 de junio, explicó: “veo al cartel como un medio de difusión que da cuenta de cosas que ya ocurrieron y alguien más quiso hacerlas. Un testimonio de los proyectos en los que me ha tocado participar, y dado que son muchos, quiero que luzcan como muros en la calle”.  

Así que si usted acude, podrá apreciar los carteles diseñados para los largometrajes: Párpados azules, Pachito Rex, Quebranto, Los ladrones viejos, La canción del pulque, Muxes: intrépidas, auténticas y buscadoras de peligro, o Las razones del corazón. Algunos dedicados al Festival Internacional de Cine de Guadalajara, la Universidad del Claustro de Sor Juana, la Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil, la Feria Internacional del Libro de Oaxaca, el Vive Latino (2012), Los demonios del Edén (Lydia Cacho dixit!), Editorial Almadía, Ediciones Acapulco,  el Festival Internacional de Cine de la UNAM, Instrumenta Oaxaca, Ambulante: Gira de documentales y nuestro favorito: Rita (Guerrero) en el corazón, entre muchos otros. El orden no es cronológico, sino aleatorio, pues a decir de este egresado de la ahora Facultad de Artes y Diseño de la UNAM (antes Escuela Nacional de Artes Plásticas), “así es como operan las imágenes en nuestra memoria”.

A quienes busquen dedicarse a este oficio, el maestro Magallanes les recuerda que como en todo, “hay que tratar de expandir las fronteras que tenemos en cada uno de nosotros, ser curiosos. En este Taller el diseño sí es un oficio, por lo tanto, cada uno va aprendiendo con el trabajo propio y a partir del trabajo de los demás”, asegura.

Sobre el Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades 2014 a Quino (Joaquín Salvador Lavado), considera “extraordinario que se reconozca al dibujante, pero sobre todo al escritor”. Con respecto a la LVI entrega del Ariel –cuyo cartel diseñó-, aplaude los posicionamientos sobre la deficiente exhibición del Cine Mexicano y considera que “las producciones sobre violencia reflejan una realidad. Desafortunadamente, son expresiones del tiempo que estamos viviendo”.

Los libros tienen lomo, los lomos letras, y Alejandro Magallanes dice tener en el lomo letras, letras que dicen “libros para todos”. ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Dónde? ¿Quién? ¿Por qué? ¿Para qué? Son preguntas que surgen siempre que se diseña algo, y se exhibe en el Museo de Historia de Tlalpan, ubicado en Plaza de la Constitución número 10, colonia Tlalpan Centro. La exposición permanecerá abierta hasta el domingo 13 de julio, de martes a  domingo entre las 10 y 18 horas. Ojalá pueda asistir…


#ReformaTelecom

“La criatura ya nació, ahora falta ver qué nombre le van a poner”.

#LeyesSecundarias.


lunes, 10 de febrero de 2014

Catorcenal 125: Sexenio



Por. Sucia la conciencia, pero claro el porvenir...

“Quizá nuestra vida sea antes que nada una búsqueda de nosotros mismos.
Quizá el sólo hecho de contar nuestra vida o de contar simplemente lo que nos pasó en el día sea una manera de entender quiénes somos, y las metas que perseguimos.
La vida es tan ilógica e incomprensible que necesitamos a fuerza darle una narrativa lógica, capaz de vincular entre si todos los acontecimientos.
Eso corresponde al deseo de dar sentido a nuestras vidas y a nosotros mismos”.

Antonio Tabucci

El pasado mes de enero se cumplieron seis años de trabajar en esta columna que ha circulado a través de internet durante 72 meses, en125 entregas diferentes. A través de ellas, hemos conminado a quienes las leen para que reflexionen sobre distintos temas. En esta ocasión fue necesario postergar la entrega para asimilar el duelo por nuestros poetas, y al mismo tiempo, disfrutar de una “vacación neuronal” que permitiera seguir escribiendo, sin dolor, ni tristeza.

Durante este primer sexenio, se ha documentado la reforma constitucional en materia electoral (2007-2008), el “paqueteo informativo” a favor del Sangriento Des-Peña Miento, la campaña presidencial-mediática en Estados Unidos, que llevó a la Casa Blanca al primer afro-descendiente. El poder político-económico y simbólico del duopolio televisivo, los peligros para el ejercicio profesional del periodismo en el territorio nacional, el regreso radiofónico de Carmen Aristegui -esta vez en la frecuencia 102.5 de FM-, el boom mediático de la influenza A-H1N1, los juvenicidios en la colonia Villas de Salvárcar de Ciudad Juárez, Chihuahua; el New’s Divine y el Heaven. Un incendio en la estancia infantil ABC de Hermosillo, Sonora; la docu-ficción televisiva a través de “Sin senos no hay paraíso” (Colombia 2009-2010), “El clon” (Telemundo 2010), “Las Aparicio” y “El octavo mandamiento” (Argos, 2010-2011). El surgimiento de las policías comunitarias en la sierra de Cherán, Michoacán; el movimiento “ocupa Wall Street”, la compra de la elección predemencial durante 2012, los Juegos Olímpicos de Londres, el surgimiento de Wikileaks y la revelación del espionaje cibernético por parte de Edward Snowden, entre otras cuestiones…

Son seis años (2008-20014) en que hemos aprendido a sobrevivir al desarraigo y la soledad. Ahora somos testigos de lo trascendente que resulta construir un intercambio de correo electrónico sensato y si se puede más inteligente. Teoría y práctica indisociables, con un toque particular y una dosis de actitud performativa (que demanda la vida). Eso es Catorcenal, un esfuerzo informativo que no sustituye a la Comunicación, pero aminora su ausenCIA. El poder de la palabra, entendida como el último recurso que le queda a un pueblo “aparentemente” condenado a la miseria, el subdesarrollo, la violencia cotidiana, la apatía ciudadana y demás monstruos contemporáneos. “Somos la demostración de que hablar de nuestros temores -incluso con uno mismo en voz alta –permite exorcizar el dolor, la soledad y abrir la puerta al consuelo”. #Catorcenal76

Dado que retroceder no es una solución… ¿cómo es que avanzaremos? Mediante lo que alguna vez respondió Olga Wornat, periodista de nacionalidad argentina, ante el acoso judicial de Marta Sahagún, “en breve, usted dejará de ser primera dama, pero yo seguiré siendo periodista toda mi vida”. Así se lo decimos a quienes dicen gobernarnos y los partidos políticos que los secundan, a las televisoras, el crimen organizado, los caciques locales y a los enemigos de la libertad de expresión. De tal suerte, que estos seis años sólo han servido para afianzar el potencial de un mensaje “regular” a través de internet, que hoy es leído en diferentes partes del mundo, y en distintas entidades federativas de esta “suma de abstracciones” reducida a México.

Ahora suscribimos lo que Fátima Fernández Christlieb escribió en la nota introductoria a su libro clásico Los medios de difusión masiva en México (Juan Pablos Editor, 1982): “Mis alumnos me han hecho caer en la cuenta de que todavía no puedo hacer mía aquella frase de José Emilio Pacheco (1939-2014) ‘ya somos aquello contra lo que luchábamos a los veinte años’. Aún comparto con ellos esas ganas de querer cambiarlo todo y aún me siento fuerte para arriesgar lo que sea necesario en los años difíciles que están por llegar”.

Aunque siguen vigentes las preguntas formuladas en #Catorcenal31 -¿Qué debemos a los Partidos Políticos? Mejor dicho, ¿Cuánto nos deben las cúpulas de los mismos? ¿Cuánto nos deben los líderes sindicales? Líderes que además de subastarse entre las mafias partidistas, roban elecciones y exterminan la educación pública y gratuita (por no decir laica y científica) ¿Dónde quedó el legado de la Revolución de 1910? ¿En la maquila, en una economía petrolizada, auxiliada del turismo y las remesas a la baja? ¿Hasta dónde se está dispuesto a llegar cuándo se ha perdido (casi) todo?-, ésta sigue siendo una reflexión toral, una apuesta por equilibrar lo que hacemos, con lo que pensamos y decimos. Una ventana de análisis construida con pasión, entendiendo a ésta como llevar el ahínco un poco más allá, una conciencia que demanda honestidad ante los errores cometidos.

Efectivamente, el tiempo fluye, pero conmemorar un aniversario (luctuoso, cívico, cumpleaños, de bodas) permite hacer un alto en el camino para reflexionar sobre el camino recorrido y -lo más importante-, precisar hacia dónde continuar avanzando. “Siempre para adelante, ya nunca para atrás, a menos que sea para tomar impulso”, como rezaba un graffiti en el barrio hace cuatro años. Disculpe la extensión, pero este primer sexenio ameritaba una amplia reflexión.

#Catorcenal: seis años de cubrir y explicar la complejidad del mundo contemporáneo. Podríamos tirar la toalla, pero eso no va a suceder, porque como dijo Juan Gelman (1930-2014): “A partir de cierta edad, uno se da cuenta que escribir dejó de ser vocación y se transformó en vicio, y lo sabe, conviene cultivar algún vicio en esta vida”.