miércoles, 12 de marzo de 2014

Catorcenal 126: Juchitán



Por. La libertad de la Soledad



Para Gregorio Jiménez, periodista asesinado en Veracruz;
insistimos en que  “no se mata la verdad, asesinando periodistas”.
A la memoria de Enrique Nery, “el jazz de la Ciudad” sigue de luto…


Juchitán, ya no de las flores, tampoco de Zaragoza y menos de las muxes. De ahora en adelante: Juchitán de las loncheras, ¿por qué? Escriba y se lo contamos: lacatorcenal@gmail.com De entrada le anticipamos que se trata de un “pedacito de gloria” localizado en el oaxaqueño Itsmo de Tehuantepec, muy cerca de La Ventosa… ¿algo más?

Tiene que estar en Juchitán para involucrarse en un conjunto de expresiones que imaginamos, pero nada como vivirlas en directo: Una actuación del combo musical Junior Klan, las interminables fiestas sonorizadas con cumbia itsmeña, las versiones juchitecas de Rihanna y Beyoncé durante la Vela de Santa Cruz “baila conmigo” en la Séptima Sección, , el zapoteco como lengua materna, pero también –y sobre todo-, como forma de resistencia. Parques eólicos como fuente aparente de “energía natural” y el agandalle en contra de las y los propietarios organizados. La arrullada del niño, después “lavada de olla”, tres funciones de Cine al aire libre en las periferias de la ciudad, las asociaciones de moto-taxis y el poder acercarse a sus conflictos internos, las peleas clandestinas con perros callejeros, un ojo de agua en Ixtepec, Oaxaca; el Comité de Madres y Padres de Migrantes Centroamericanos, Desaparecidos en México en su camino hacia los Estados Unidos, el albergue “Hermanos en el camino” dirigido por Alejandro Solalinde, pero también las tiendas RockSpell (sucursales Juchitán y Salina Cruz), el colorido atuendo de las tehuanas, los incontables “botaneros familiares” y sus rockolas análogas o digitales.

Tuvo que pasar poquito más de un mes para asimilar las numerosas y muy diferentes experiencias que se viven allá. Todo lo anterior como UNA COSMOVISIÓN EN SÍ MISMA; porque si la amplitud del universo puede reducirse a un lugar, ese lugar sería Juchitán. Si es cierto que cada cultura formula su vida cotidiana en unas cuantas imágenes… ¿cuáles serían las imágenes de la cosmovisión juchiteca, cómo se explica la persistencia de ciertas coincidencias entre homosexuales, mayates, muxes, mujeres y hombres? Mejor aún… ¿Cómo sobrevivir a Juchitán sin el “amor prohibido”?

Sencillo, basta con dejarse llevar, fluir -en el sentido más amplio del término-, que sus ideas surjan de la mente sin estigma, ni prejuicio. Y conste que no lo decimos únicamente por la diversidad social que las muxes representan, también lo advertimos por el trabajo sexual (la mayoría lo realizan en la Ciudad de México), que implica asumirse como tales. Así que si nunca ha estado en semejante “pedacito de gloria”, ya es momento de que lo conozca.



Confesión:

El amor que te tenía se transformó en un grato recuerdo.
No más, no menos… Así es esto.



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