viernes, 31 de agosto de 2012

Catorcenal 100: Esfuerzo y logros...


Por. El abrazo que queremos darle al mundo.

ALTA TRAICIÓN

No amo mi Patria. Su fulgor abstracto es inasible.
Pero (aunque suene mal) daría la vida
por diez lugares suyos, cierta gente,
puertos, bosques de pinos, fortalezas,
un ciudad deshecha, gris, monstruosa,
varias figuras de su historia,
montañas
y  tres o cuatro ríos.

JOSÉ EMILIO PACHECO.

A mi matria: por el dolor que hoy me causa…

Cuando el silencio esconde demasiadas palabras, y perpetuarlo nos convierte en cómplices de la atrocidad, la ignominia, la incompetencia y la barbarie gubernamental. Cuando “el tirano tiembla hasta del crujir de una hoja… de papel”. Cuando la verdad divide, porque la “unidad nacional” resulta una mentira. Cuando “aprendimos a vivir en el desierto, porque la sal que hay ahí, nos supo dulce como el néctar”. Cuando la “concentración mediática” en este país alcanzó un punto crítico con la mentada Ley Televisa (2005-2006). Cuando echaron a Carmen Aristegui de W Radio, y los ataques a la integridad de la periodista Lydia Cacho, por parte de políticos coludidos con empresarios vinculados a redes de pederastas, fueron más que  evidentes. Cuando Marcial Maciel era absuelto y sus víctimas no hallaron espacio para exponer su versión de los hechos. Cuando comenzaron a sentirse los estragos de la improvisada decisión del usurpador Felipe Calderón, en materia de seguridad nacional. Cuando decidimos dejar de rezarle al “Cristo de nuestras cabeceras” –cualquiera que éste fuera- y hacer frente a la realidad que nos rebasa. Cuando caímos en cuenta que la tolerancia no era más que “un dejo de desdén”. Cuando la “belleza” es el horror cotidiano (con sus ejecutados, puntos de revisión, daños colaterales) que se ha vuelto “soportable”. Cuando nos percatamos que el arte es educativo y por lo tanto político. Cuando entender a las palabras como arma nos devolvió la esperanza en un mundo menos pinche. Cuando entendimos que “sólo la verdad es revolucionaria”. Cuando aprendimos a “hacer de lo difícil lo más bello”.


Fue entonces cuando surgió Catorcenal: “el último trago”, en su versión Chavela Vargas, madrugadas musicalizadas con Mecano, Santa Sabina, Cardenales de Nuevo León o Los Llayras, una Historia de posibilidades acompañada de películas protagonizadas por Diana Bracho, Marga López, Damián Alcázar y/o Arcelia Ramírez, brindis con curados de piñón que “la esposa macha” trans-muta en frappes, estaciones del Sistema de Transporte Colectivo Metro, esculturas de Juan Soriano, performance e instalaciones cortesía de Helen Escobedo, libros de Margo Glantz, versos de García Lorca, pirámides de Teotihuacan, poesía en la voz alta de Juan Gelman, canciones de Juan Gabriel y la Sonora Santanera, museos de la UNAM, marchas sobre Paseo de la Reforma, lecturas y re-lecturas de Eduardo Galeano (a.k.aLas venas abiertas de América Latina), poesía musicalizada por Gustavo Cerati, programas de Radioactivo y Radio UNAM: “hacia un mundo nuevo”, documentales zona “D” transmitidos por Canal 22, caminatas interminables por las calles de nuestros distintos Méxicos, reportajes de los semanarios: Zeta y  Proceso, hablar y sobre todo ESCUCHAR al público, ni que decir de lxs alumnxs, telenovelas responsabilidad de Epigmenio Ibarra y Argos TV, realitys de danza contempo-guei, películas de Cazals, Retes y Almodóvar, entrevistas radiofónicas vía Carmen Aristegui y Miguel Ángel Granados Chapa, pozoles en la colonia Santo Domingo, carnitas al estilo Michoacán, tortas ahogadas, tacos de carne asada y dosis de  “vuelve a la vida” frente al mar, shows de Burlesque, uno que otro performance de vez en cuando, fotografías de Óscar Sánchez Gómez, abrazos que reconfortan el alma y fortalecen el espíritu, conciertos masivos, conferencias de prensa, rock en el idioma de Cervantes, poesía de Alí Chumacero, Artemisa Téllez, Sergio Téllez-Punk y José Emilio Pacheco; chicharrón en salsa verde, nieve de limón, sorbos de tejuino, caballitos de mezcal palanquero, jaripeos con Espinoza Paz o Jenni Rivera, borracheras con La Arrolladora, cuatro años y algunos meses con LA FIRME CONVICCIÓN DE INFORMAR, de orillarnos a la reflexión mutua por esta vía, como la poesía no dicha, los besos robados, nuestras tareas no entregadas, escenas mal rodadas, fotografías mentales, distantes instantes, mientras las “palabras son del aire… y van al aire” nuestro COMPROMISO con quien está leyendo esto permanece INTACTO.

Remake:

Para emprender un viaje con rumbo hacia lo desconocido, hay que tener en cuenta que los recuerdos nunca alcanzan, pero nos mantienen vivos. Por ello “en ocasiones hay que dejar ir lo que uno quiere para hacer lo que tiene uno que ser”. Re-visitando #Catorcenal34.


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