miércoles, 18 de abril de 2012

Catorcenal 92: Convicción.















Por. El placer de escuchar jazz… en vivo.

Para “la banda 30ñera”:
Como canta Lenny Kravitz,“esto no se acaba, hasta que se acaba…”

Convicción: convencimiento, certeza de lo que se quiere hacer y además hacerlo. De repente parece que conforme se acerca uno a los 30 años (o más), el ímpetu de juventud: “querer cambiarlo todo”, se desvanece. No obstante, tenemos ejemplos loables, trayectorias de lucha incansable: la Maestra Susana Giovaninni, los periodistas Carlos Fazio y Miguel Ángel Granados Chapa, la integrante del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT), Trinidad Ramírez, el abuelo de quien escribe.

Aquí refrendamos la máxima: “dejar de luchar es empezar a morir”. Así se viene abajo la mentira (muy ad hoc al modelo económico neoliberal) según la cual, “para ser feliz hay que flexibilizar lealtades, abandonar principios y adoptar posiciones estratégicas”. En tres palabras: No tener convicciones.

Decimos que se trata de una mentira porque apelamos a la congruencia entre lo que se piensa, dice y hace (sobre todo ante el desolador panorama electoral). Preguntamos ¿en qué medida una posición tan cómoda se relaciona con el modelo económico y en qué medida es resultado del miedo a comprometerse?

Entonces nos plegamos a Salvador Allende cuando afirmó: “ser joven y no ser revolucionario es una contradicción”. Al mismo tiempo invocamos a José Martí con “la mejor forma de decir es hacer”. Reiteramos así nuestra Convicción por hacer de este: “su espacio de reflexión casi quincenal”, una ventana al pensamiento a manera de diálogo interno (a.k.a. monólogo), que en esta ocasión le permita un momento de introspección con respecto a sus propias convicciones y preguntarse… ¿realmente hace lo que quería hacer a los 12, 15 ó 30 años?

Simultáneamente, celebramos la disposición por hacer que lo que venga sea SIEMPRE MEJOR. Entendemos que no depende únicamente de nosotros, pero la bandera de la cooperación y la firme Convicción por construir comunidad nos anima a continuar ensanchando el camino andado, ojalá que nos pueda acompañar, ya verá que no se arrepentirá, de Convicción (léase: corazón) se lo escribimos…

¿Historia para qué?

“Tú regresas a la historia para entender por qué eres como eres, porque la Historia es una CONSTANTE REFLEXIÓN del camino andado. Es por medio de las disyuntivas que la Historia nos presenta como, por ejemplo, podemos evitar caer dos veces en el mismo agujero”.

Maestra Martha Celis de la Cruz (in memoriam).

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