miércoles, 18 de enero de 2012

Catorcenal 87: Tiempo.

Por. Un instante de Olvido

A la MeMaestra Susana B. Giovannini:

Para “transformar con lo que tenemos”, estemos donde estemos…

No, no se trata del diario que protagoniza el melodrama más reciente producido por Epigmenio Ibarra. Tampoco se trata de la canción de moda o la película mexicana estrenada el fin de semana. Simple y sencillamente se trata de reflexionar sobre el Tiempo (el dios Cronos, según los griegos).

Dimensión que junto al espacio permite hablar de un aquí y un ahora. Esto obedece a que se cumplen cuatro años de trabajar en este esfuerzo informativo como consecuencia de nuestra convicción por hacer los medios. A manera de reiteración con el compromiso suscrito entonces es que decidimos dedicar esta entrega al Tiempo. Esa dimensión que parece abarcarlo casi todo, algo es cierto, al tiempo no podemos detenerlo, mucho menos regresarlo, en todo caso podemos intentar vivirlo; pero dependerá de la persona, el ritmo y la INTENSIDAD con la que el Tiempo (a.k.a. la vida) sea vivid@.

Pink Floyd canta “el tiempo lo destruye todo”, Erasmo de Rotterdam afirma “el tiempo lo cura todo, el tiempo todo LOCURA”. Se propone pensar al Tiempo como ese flujo temporal que llamamos vida, instantes que se escurren como agua entre las manos, momentos que nunca volverán (aunque quisiéramos), recuerdos que prevalecen pese al transcurrir de ese recurso no renovable tan escaso y poco apreciado que llamamos TIEMPO.

Relojes de arena, de sol, atómicos, todos inventados por la obsesión de controlar y en todo caso medir el Tiempo, así llegan los cuestionamientos: ¿eso se traduce en vidas mejor vividas? ¿en proyectos de vida más sólidos y con mayor dirección? Cuando existe intercambio de información en tiempo surreal, cuando las video llamadas y video conferencias “acercan” a quienes están lejos y los dispositivos móviles -cada vez más pequeños- SEPARAN a quienes se encuentran cerca.

¿Vale la pena “buscar el Tiempo perdido”? Sólo el Tiempo lo dirá. Sin duda, asistimos a una de las transformaciones más importantes en nuestras nociones de Tiempo y Espacio, por esta razón es que debemos desmentir la afirmación “el tiempo es oro” y al mismo tiempo insistir en revalorar al Tiempo en una Dimensión más justa y honesta: Tiempo para creer, para entender, para saber. Tiempo para “perder”, para crecer, para pensar. Tiempo, para tener presente que la vida es hoy.

Mención aparte merece lo Efímero, como rachas intermitentes de felicidad que la vida permite disfrutar, efímero como los besos, como el Orgasmo cuando llega –si es que llega-, pero ese será tema de otra entrega.

Reflexión

Para un “exilio vacacional” INOLVIDABLE: “Vivir en una ciudad como la de México, y mantenerse ecuánime, en equlibrio y con disposición para lo que venga. Ese me parece un Valor con “V” mayúscula”.

Fátima Fernández Christlieb.


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