viernes, 24 de diciembre de 2010

Catorcenal 65: Fin de dAÑO

Por. Amor suicida

Indignación por el asesinato de Marisela Escobedo:
Madre de adolescente asesinada en Ciudad Juárez, Chihuahua.

Casi el final...

Para muchxs 2010 será un año de esos que marcan la vida, en una palabra: INOLVIDABLE, para otrxs sólo “el peor y más sangriento año de su sexenio”. Es por ello que ésta reflexión casi quincenal cierra con un recuento de momentos, alegrías y sin sabores; después de un “risentenario” grotesco y en medio de un escenario de violenCIA sin precedente en el territorio nacional:

El fenómeno mediático de Las Acaricio, golpismo en América Latina (one more time), terremotazo en Haití, después en CHile, 25 años de ser Cooperativa de Trabajadores Pascual, 41 años de Sistema de Transporte Colectivo METRO, un bicentenAJO, 100 años de ser “la Universidark de la Nación”, avanzada yunquista en el PAN con circo, el omnipotente poder de Telemisa, Carlos Montemayor, Alí Chumacero, José Saramago, Carlos Monstriváis y Helen Escobedo are dead; un burlesque llamado “el tango de un sicario enamorado”, baileciento con Horóscopos de Durango en el primer Vive Grupero, una titulación ante Alaska (léase Fangoria), inicio de una MeMaestría sobre masculiniObviedades, el examen profesional de la licenciada Suárez, Kumbia Queers en acústico para Galería Vértigo, taller de acondicionamiento artístico para personas VIHviendo, la “obviedad musicalizada” de Dj Naco, dosis de confianza por Fito Páez, ritual musical en beneficio de Santa Rita Guerrero Sabina (cáncer de mama dixit), cátedra musical con Javier Corcobado, Cecilia Toussaint y Los Pixies, un pueblo en la miseria, pero trabajador –nunca lo dude-, jaripeo con Jenny Rivera “la gran señora”, madurez musical de Ely Guerra, simulación e indiferencia en una cumbre ambiental, de injusticia, desigualdad, inseguridad y corrupción mejor no hablar por la contundencia del 2010: 100, 200 años, para que las cosas sigan igual… o peor #zas

Alguien dijo que si no fuera por la música norteña y el chile, éste desmoronado país sería Colombia, respondimos; “nos queda la música para que las cosas no estén peor de lo que están”; en un intento por “documentar nuestro pesimismo” –antes decía optimismo-, aquí estuvo una sobre dosis de instantes distantes que no volverán y la vibra más intensa para que lo que venga sea –como ya dijimos antes- siempre MEJOR, sino es así, que de menos se disfrute.

Si alguna vez Catorcenal se fue a su correo no deseado, si se agüito al leerla, se encabronó o tuvo un orgasmo (repetidas veces) o se aguantó el orgasmo y fingió demencia…

¡Salud y hasta la cocina siempre!

Último:

“Nunca olvidaré, las noches cuando me decías: siempre te amaré”

El trono de México

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