Por. Te seguiré
hasta donde vayas…
Para Anita “La Morenita”; por todos estos años.
Nos
decidimos a hacer el conversatorio “Treintonas”, ante la respuesta favorable
del público (con el conversatorio “Treintones”), el ánimo y la disposición por
parte del “talento humano” en el Gimnasio de Arte y Cultura; así como por la
disposición y colaboración de quienes aceptaron participar en esta ocasión.
Son
cinco mujeres, con treinta años de edad o más, que rompen con el estereotipo
mediático promovido por una película de temporada y buscan cuestionar y -en la
medida de sus posibilidades creativas- subvertir el orden de cosas establecido.
Son
Artemisa Téllez (escritora y
tallerista), Flavia Atencio (actriz
de cine y teatro), Livia Animas (gestora
cultural), Montserrat Núñez
(socióloga urbana) y Rocksi Glam
(bajista de Las Ultrasónicas y vocalista de Coapa Bitch).
Son
cinco treintonas excelsas dispuestas a conversar y estarán moderadas por el
responsable de este espacio de reflexión “casi quincenal”, a través de una
dinámica lúdica y al calor de un buen mezcal. La cita es mañana jueves 27 de
octubre a las 20 horas, en el tercer piso del número 185 en la avenida Álvaro
Obregón (Colonia Roma) en la Ciudad de México.
Más
que por atender “el otro lado de la moneda”, lo hacemos para demostrar, primero
a nosotras y después a las demás personas, que somos capaces de construir,
irradiar posibilidades y lo mejor de todo: generar comunidad. Es esto último,
lo que nos hace treintonas auténticas. Lo demás, como escribió Rosario
Castellanos: “no ha estado vivo nunca”.
Somos
mujeres treintonas, somos eso y mucho más; porque estamos hechas de una
dualidad-deidad que reivindica lo femenino y sus múltiples expresiones. Estamos
siendo exterminadas, en los últimos años más, debido –en buena medida- a esta
guerra sin sentido.
Sobrevivimos,
todas, a un sistema excluyente: patriarcal y heteronormado; que nos cuestiona
cuando somos víctimas de las violencias machistas (en cualquiera de sus
modalidades) y nos encarcela cuando ejercemos el derecho a decidir sobre
nuestros propios cuerpos.
Somos
treintonas y no estamos exhaustas, mejor aún, tenemos unas ganas inmensas de
comernos el mundo en bocados ENORMES, por la simple y sencilla razón de vivir
dispuestas a cuestionarlo todo, por nosotras mismas y con todo lo que eso
implica: a pesar de, en contra de, le pese a quien le pese; porque vivir sin
miedo es un derecho inalienable; porque tenemos derecho a una vida libre de
acosos y violencia… cualquier que ésta
sea, por todo eso y muchas cosas más:
Conversemos…