Por. Acompañar tu soledad.
A las y los audaces: por las
lecciones que brindan sin saberlo…
El género, es un
concepto de reciente incorporación a la academia y la investigación, ya no
digamos a la vida diaria. “Los hombres también tenemos género”, con esta frase
breve, pero trascendente, concluyó nuestro paso por el Programa Universitario de
Estudios de Género (PUEG) de la UNAM.
El PUEG, instancia
universitaria que celebró sus primeros veinte años en noviembre de 2012, es responsable
de coordinar la docencia, investigación y divulgación que se realiza en materia
de género al interior, pero sobre todo, al exterior de la Universidad Nacional, como
la iniciativa “pedagogías en espiral”
con las mujeres internas en el penal de Santa Martha Acatitla
Durante esta etapa de
investigación, que culminará con la defensa oral de la tesis de maestría, “Masculinidad
Aprendida: Factores asociados a la transmisión del VIH por relaciones sexuales
entre hombres de la Ciudad de México”; pudimos constatar el carácter
transversal del aspecto social y cultural que hoy ocupa esta “reflexión casi
quincenal”: Género como categoría para el análisis científico, la denuncia
social y la transformación de la vida (personal y con las demás).
Género como categoría liberadora,
que puesta en relación con otras como clase social, cultura, migración, nivel
educativo, entorno urbano o rural; ayudan a problematizar y vislumbrar las
soluciones a los problemas de investigación en abstracto, pero también –y sobre
todo- los ocasionados en el día a día, por la inequidad que implican las relaciones sociales… de
género.
Porque en México, no
es lo mismo nacer biológicamente hombre que mujer, tener o sentir atracción
sexual por una persona de su mismo sexo, ser lesbiana o transexual. Sólo así se
explica el surgimiento de tesis con el título: “Homofobia, machismo y misógina,
a partir de tres canciones del grupo Molotov", adivine cuáles son...
Urge diferenciar entre
género y “sexo”, lo segundo remite a la cuestión biológica e impide dimensionar
los fenómenos socio-culturales que el género si permite vislumbrar. Mediante la
de-construcción económica-política-socio-cultural de la convivencia cotidiana
entre los seres humanos. Personas que sienten, se equivocan, sufren y gozan,
pero también se ven a si mismas como objetos de estudio. Por eso es que se recurre
al género para referirse a la disforia, entendida como la inconformidad con todo
aquello que es impuesto mediante el género, cómo deben comportarse las mujeres,
pero sobre todo los hombres: violentos, agresivos, indolentes.
Parafraseando a
Marcela Lagarde, “los hombres también tenemos cautiverios”, lo entendemos cuando
Juan Guillermo Figueroa cita una línea de Pablo Neruda: “sucede que me canso de
ser hombre”, porque agobia lo que la sociedad exige a
quienes nacen biológicamente como varones, desde ejercer un rol de padre
de familia protector-proveedor, hasta impedirle externar sus temores y
sentimientos.
Estas y otras ideas,
serán compartidas y pulidas, durante nuestra participación en el III Encuentro Internacional de Investigación en Estudios de Género, que tendrá lugar en la
ciudad y puerto de Acapulco Guerrero, entre el jueves 6 y sábado 8 de junio de 2013.
Además de disertar sobre estos temas, tendrá la posibilidad de confesarse ante
el mar, así que si tiene oportunidad de estar allá, no deje de interpelarnos al respecto.
A modo de posdata,
diremos que se requiere audacia, osadía para cuestionar los “mandatos de
género” y sus respectivos roles. Es preciso deconstruir los mensajes con que
nos bombardean los medios, sin olvidar que “el mejor policía es el que se
instala en nuestra cabeza”, como advertía la juventud en 1968.
Lo único cierto, es
que estamos en el siglo XXI, aunque en ocasiones hayan quienes piensen, actúen
y legislen como súbditos-parroquiales del siglo XVI o XIX. Urge que los docentes
se sensibilicen, que la comunidad a favor de la diversidad social (reducida a
sexual) amplíe su re-conocimiento, mediante la apropiación y puesta en práctica
de la perspectiva de género; audazmente conducida por los terrenos más
insospechados y reticentes al cambio. En esto último, hogares, familias y el
inicio del proceso de socialización que representa la infancia, tienen mucho
que aportar y la perspectiva de género,
entendida como zoom sociológico
(Fátima Fernández Christlieb, dixit!) puede contribuir a su diseccionamiento.
A unas horas de que comience junio, referido por #Catorcenal como “mes de la diversidad”, podemos decir
que apostamos por el reconocimiento de lo diferente, para asumir la diversidad
social, compleja, incierta, maniquea a veces, y en eso nos parecemos a nuestros
problemas (de investigación) y cotidianos, sólo falta responder ¿qué tan
dispuestas estamos a salir de nuestras zonas de confort?
Le esperamos en Acapulco para seguir con este intercambio…
#DíaDelMaestro
Carlos Fazio
(periodista): “Cuando todo se reduce al ‘derecho de terceros a transitar’, se
debe insistir en reflexionar y desagregar la desigualdad social. Atender, pero
sobre todo, entender el problema por sus causas y no por sus consecuencias. Eso
es lo que debe ofender, la falta de oportunidades, el desempleo, la violencia
sistemática y criminal, en la que cualquiera puede ser víctima. Ante eso, la
única consigna del pensamiento crítico y responsable sería, con el gobierno…
nunca”.