Por. El disco que
un día te regalé.
Patricia (bajo): Me
siento bien por el disco ya que lo hemos presentado en varios países de Europa,
además de Chile, Argentina y México. Este último es el lugar donde nos curtimos,
porque nos hicimos tocando. El primer cambio importante es que se incluyen
temas en los que cantamos más integrantes de la banda, eso nos ha permitido
variar nuestro repertorio. Tenemos una mentalidad muy abierta, sumamente
dúctil. Gracias a eso hemos podido movernos, variar, e inclusive mutar, y eso
es lo que me mantiene contenta: buscar nuevos caminos y situaciones para
vivirlas con las chicas. Hacemos lo que nos gusta y mantenemos un sentimiento
particular con México, ya que la gente nos apoyó y soportó, borrachas,
descontroladas, pero juntas hemos aprendido de todo eso.
Pilar (guitarra):
Aunque nos empezó a perjudicar el tema de la distancia, alcanzamos una
plenitud, que a la vez nos hace seguir deseando cosas nuevas, seguir probando,
explorar y tocar otros ritmos, como un grupo que se está renovando
permanentemente. Ya que vivimos en el “neo-realismo tropipunk”, nosotras lo
asumimos como una especie de estatuto que se resume en que si conseguimos cosas
buenas y de calidad, lo hacemos todo bien… sino con lo que hay. Amamos México de
tal modo, que dos años sin venir se nos hicieron largos. Este país se volvió
parte importante de nuestras vidas.
Juana (maraca): Tenemos
ganas de un disco nuevo, pero debido a que nuestra moneda se debilitó bastante
hemos cambiado mucho, aunque el mundo sigue girando igual. Lo más grato de
volver es el reencuentro con los amigos. Lo único que tenemos claro en este
momento es que tenemos que seguir caminando, encontrándonos, de modo que
esperamos que la próxima vez sea en Argentina… y ojalá sea pronto.
Flor (teclados): Nosotras
cambiamos en un montón de cosas: más lugares conocidos, más recitales, somos
las mismas sólo que en mi caso, conocer el mundo a los 25 años y en compañía de
las chicas es algo bastante loco. Todos los días pienso en lo que significa estar
donde estoy. Lo que sigue es grabar un nuevo disco, seguir tocando todo lo que
podamos, apoyar lo que consideramos que es necesario apoyar y estar donde hace
falta que estemos. Estamos muy contentas de estar acá y esperamos volver
pronto… que pase menos tiempo.
Inés (batería): Estoy
con ganas de hacer cosas nuevas. Yo en lo particular no me quedo con nada, pues
considero que cada lugar es especial. De ahí que no sé a ciencia cierta qué es
lo que vendrá. Lo que si sé, es que me gustaría que seguir trabajando con gente
como Pablo Lazcano de “Damas gratis”, un productor al que le aprendimos mucho y
por lo mismo éste disco quedó más redondo.
A decir de Alí Gua
Gua (voz y güiro), “llega un momento de la vida en que es imposible
detenerse… ni siquiera por amor”. Sabe de lo que habla, ella es la única integrante mexicana de Kumbia Queers,
que vive y resiste en la Ciudad de México y cuya capacidad de gestión se puso a
prueba durante el “Viva la Independencia Tour”. Mismo que llevó a estas seis
chicas a Cuernavaca, Morelos; Guadalajara, Jalisco; Mérida, Yucatán; y en el
Distrito Federal al Lunario del Auditorio Nacional, la Muestra Internacional de
Cine con Perspectiva de Género (en donde además se presentó un documental sobre ellas) y que
concluyó con una fecha memorable en el Multiforo Cultural Alicia, al lado de La
Orrorosa (Colombia) y Sonido Gallo Negro (México).
Así se confirma lo que antes sucedió en Estados Unidos
(Nueva York, Chicago, Austin, San Francisco y Los Ángeles), así como en Argentina,
Chile y próximamente Uruguay: Son la prueba contundente de asumir y sobre todo,
ser congruentes con su propia filosofía: Hacer que las cosas sucedan… ¡Kumbia
nenas!
Y por favor, que no cese la Autogestión…
Stencil Urbano:
Defender la causa antes que el amor…
#AyotzinapaSomosTodos