Por. Tu ausencia la lleno con mis recuerdos…
“Ama
y haz lo que quieras”
San
Agustín
La primera
vez que vimos la película “El Fuego
inolvidable” fue en el Teatro Juárez, durante el II Festival Internacional
de Cine Independiente y Video Oaxaca 2011, en aquel entonces obtuvo el Premio
Agave a la Mejor Película Mexicana, creación del fallecido artista y luchador
social, Alejandro Santiago.
No
obstante, ese último adjetivo: independiente, despertó nuestra inquietud, a tal
grado, que en más de una ocasión interpelamos a las y los involucrados: actrices,
documentalistas, distribuidores, organizadores y productoras; para indagar en lo
qué entendían por dicha condición y cómo la ponían en práctica, es decir, cómo
se apropiaban de ella.
Según el
director, Fernando Benítez Ontiveros, “la virtud del cine independiente radica
en la posibilidad de contar historias más auténticas, que formen conciencia. Cuando
la educación es el principio de todos los problemas, el cine puede contribuir a
solucionarlos. Ya que las cosas más importantes, no son las que brillan desde
un principio”.
Dos años
después es que la película se vuelve un acto valiente por parte de todas y cada
una de las personas que participaron. Si hacer cine implica trabajo en equipo,
“hacer cine independiente se vuelve una labor titánica, porque hay que permitirle
al equipo que fluya”, a decir de Guillermo Zapata, 'El Caudillo del Son' y
compositor de una parte de la banda sonora; “el artista se vuelve intelectual
cuando denuncia a su sociedad, cuando la cuestiona por medio del arte”.
La película
está protagonizada por Luis Fernando Peña (De
la calle, Perfume de violetas, Amarte duele, entre otras); y presenta la
historia de “Pancho”, joven universitario descontento con la situación de
violencia sistémica y cotidiana que azota al país, quien a partir de un evento
desafortunado y acompañado de su novia Adela (Alejandra Guinea), deciden crear
un movimiento de paz en complicidad con Xóchitl (Mariana Urrutia), una
periodista radiofónica y su novio
Federico (Francisco Cardoso); así, surge una movilización social pacífica a
través de las redes virtuales en el contexto del Bicentenario de la Independencia
de México….
A decir de
Peña, “aunque se aborda el Bicentenario, la película es un esfuerzo totalmente
a contracorriente… ¿realmente tenemos motivos para celebrar? En todo caso, se
vale conmemorar, porque la realidad en México es muy triste. No obstante,
es una producción 100 por ciento neta, en el sentido de que todos los
involucrados comulgamos con la idea de que se puede organizar un levantamiento
pacífico por esta vía”.
¿Por qué aludir
a esta cinta? Porque se estrenó recientemente en pocas salas comerciales, porque de alguna manera se anticipaba a lo que después germinaría como
#YoSoy132, porque en un país terriblemente desigual como éste, en el que hacer
cine es un lujo, ver y analizar historias como esta, permiten comprender por
qué estamos así y qué se puede hacer al respecto.
A partir
de un retrato puntual que exhibe narcotráfico, desigualdad social, desempleo,
inseguridad, burocracia, corrupción e impunidad, es que se busca transmitir la
causa-consecuencia: Sólo el pueblo Organizado, puede evitar que
acribillen sus ideas, mantener viva su esperanza aunque le hayan
cercenado (casi) todo. Por ello, es que “El fuego inolvidable” convoca a la
sociedad, para que actúe, se exprese y piense a este país más allá de
conmemoraciones o centenarios fastuosos, despilfarradores y vistosos, como los
que ocurrían en tiempos de Porfirio Díaz. Por lo que además de verla, habrá que
continuar la película en la vida real…
Invitación a Coloquio:
A quienes
tengan interés en el trabajo que desarrollamos como tesis de maestría, les
extendemos la invitación para que nos acompañen a la presentación de la
ponencia, “Masculinidad aprendida:
factores asociados a la transmisión del VIH por relaciones sexuales entre
hombres de la Ciudad de México”, en el marco de III Coloquio de Estudios de
Género en América Latina.
La cita es
el miércoles 23 de octubre a las 17 horas, en el Programa Universitario de Estudios de Género (PUEG) de la UNAM, piso 7 de la Torre II de Humanidades.
Las y los
esperamos… ¡No falten!