Para la (banda) URSS, bajo el árbol:
Porque “vivimos
siempre juntos y moriremos juntos…”
A la memoria de
Alejandro Santiago:
Migrante,
pinto-escultor y oaxaqueño ENORME.
A Carlos Fazio (Montevideo Uruguay, 1946) lo conocí en mayo de 2006, en
ese entonces buscaba un analista que reuniera las piezas que yo percibía
dispersas: El Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra de San Salvador Atenco,
“La Otra Campaña” del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), la actitud
atroz y represiva por parte de los tres niveles de gobierno en México. Entonces
encontré una pieza periodística publicada en el diario La Jornada, titulada: “Atenco
y el terror benigno” –aún la conservo en su versión impresa, como la obra
de arte que resultó después-. En ella, el periodista explicitaba el operativo
del tres y cuatro de mayo de hace siete años, como una estrategia de
contrainsurgencia realizada por la policía militarizada, en contubernio con los
medios de des-información y sus voceros, clamando por que se aplicará el Estado de derecha.
Tempo después, al platicar con un compañero que me precedía en semestres
y estudio-análisis de los movimientos sociales, supe de la clase optativa que
el profesor Fazio impartía en la carrera de Ciencias de la Comunicación: “La
información política y la realidad Latinoamérica del Siglo XXI”. Por él conocí un
libro clásico de Franz Fanon, “Los condenados de la tierra”, asimilado
posteriormente como “Los condenados a luchar”, también me empapé del “acuífero
guaraní”, reserva estratégica de agua dulce en América Latina, un tema
sumamente relevante para tres transa-nacionales: Coca-Cola, Danone y Nestlé.
En resumen, se trata de un curso sobre la privatización de los servicios
públicos y el agandalle de los recursos naturales por parte de las grandes
corporaciones, mediante el servilismo de “gobiernos” gerenciales e ilegítimos.
En marzo de aquel año, se había realizado el IV Foro Mundial del Agua en la
Ciudad de México, evento que cubrí de forma escueta y bastante superficial
para la Agencia Universitaria de Noticias (AUNAM), quizá porque en ese entonces
no tenía LA VISIÓN GEOPOLÍTICA de
las circunstancias, que mi profesor, también colaborador de la sección de
opinión del diario La Jornada, afina,
ejercita y pule mediante su cátedra.
En sus clases, proporciona referencias importantes con respecto a
diferentes temas: El “tercer vínculo”, pues además del lazo económico y
político, existe un tercero, quizá más peligroso y menos comprendido, el
militar. El avance paulatino de la para-militarización en América Latina, primero
mediante el Plan Colombia, después con el Plan Puebla Panamá, ahora mediante el
Proyecto Mesoamérica. Sin olvidar las dictaduras de los años 70 y 80 en la
región; pero enfatizando en la actual criminalización de la protesta social,
así como el combate deliberado al “crimen organizado”, referido
indistintamente, lo mismo como “narcotráfico”, que como “narcoguerrilla” o
“narcoterrorismo”.
Además, Carlos Fazio contribuye a reflexionar sobre “la mentira como
arma de propaganda”, que utilizada a niveles masivos, consigue inmovilizar el
descontento social y adoctrinar ideológicamente a los habitantes de “Estados canallas”, categoría que
retoma de Noam Chomsky, otro pensador contra-hegemónico. Si como dice Lydia
Cacho, “el ‘plan b’ es esa otra posibilidad para entender el por qué de las
cosas, un punto de vista desde otros ángulos”, eso es lo que forman y aportan,
tanto Chomsky como Fazio.
El pasado jueves 11 de julio, impartió cátedra nuevamente, al presentar
su libro más reciente. A reserva de lo que publicará más adelante revista
Zócalo, puedo adelantar que se trata de una suma de fascículos de los temas que
solía desarrollar en clase, que bien podrían leerse de forma aleatoria. El
libro es una rigurosa investigación periodística, sustentada en más de 700
citas, con referencias a documentos o bibliografía precisa, que integran lo que
el autor definió como “una herramienta contra-hegemónica” y que lleva por
título, “Terrorismo mediático, la
construcción social del miedo en México” (Debate, 2013).
La obra documenta la historia reciente de este país, con una perspectiva
regional, desde los “atentados” del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos,
pasando por el asesinato del conductor de televisión Francisco “Paco” Stanley
(1999), la huelga estudiantil de ese mismo año en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el
linchamiento de tres efectivos de la Policía Federal en Tláhuac, Distrito
Federal (2004), la “danza” del desafuero en contra de Andrés Manuel López
Obrador, los operativos de contrainsurgencia en Guadalajara (OMC), Atenco y
Oaxaca (2006), así como las elecciones pre-demenciales 2006 y 2012. Esto último
resulta trascendente, porque nos devuelve “al diagnóstico del estado de cosas
en la >>República de Televisa<<,
donde han quedado a la vista las miserias del sistema político controlado por
la dictadura del rating y el poder
del dinero”.
Por Carlos Fazio conocí, leí y estudié con Jorge Turner, por él supe
también del obispo Sergio Méndez Arceo y la teología de la liberación en
América Latina, entre muchos otros temas… Redacté esto en primero persona, por
la gran admiración que me provoca aprender de un hombre tan lúcido e incansable
como él, a tal grado que considero que el mejor homenaje en vida que se le puede
hacer, además de difundir su labor… es leerlo.