viernes, 27 de septiembre de 2013

Oaxaca: el Cine tiene la palabra a.k.a. #Catorcenal119





Por. Su adiós no mata…

Para Matria, jardín arterapéutico en el centro de Oaxaca, Oaxaca.


“Oaxaca es un universo en si misma”, no sólo lo pensamos nosotros; también lo dice y explica Gerardo Salcedo, ex académico de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, en su afán por entender y abundar en su labor como parte del jurado en la cuarta edición consecutiva del Oaxaca Film Fest.

“No nacimos sabiendo organizar festivales”, la frase es de Ana Echenique, directora ejecutiva del mismo Festival que en esta ocasión contó con una selección de 115 películas procedentes de distintos países alrededor del mundo (cerca de 40) y en el cual, cortometraje, documental y cine experimental encuentran una plataforma de exhibición excepcional. A ella le preguntamos sobre la distribución, asumiendo lo que Christian Sida, otro integrante del jurado sentenció: “película que no se exhibe, no existe”. Ana Echenique respondió que un par de convenios les permitirán premiar a igual número de producciones para que tengan salida.

Entonces recurrimos a Patricia Chica, cineasta –en toda la extensión de la palabra- para que nos explicará qué shingados es eso que ella, participante del Festival de Cannes en 2013 con su cortometraje, Ceramic Tango, denomina “auto-distribución”. Nos dijo que “las producciones tienen que planificarse de acuerdo al contexto y circuito en el que buscas posicionarte, sin que ello implique renunciar a ser auténtico”. Al preguntarle qué viene para ella después de 15 cortometrajes y una retrospectiva en el Oaxaca Film Fest de 2011, respondió con cara de adolescente entusiasmada, “mi primer largometraje”.

También compartimos rumba y puntos de vista con el joven director del Festival  Internacional de Cine de Montería Colombia, Guillermo Agamenón Quintero, quien abundó en lo delicado y enriquecedor que resulta organizar un Festival , que en su caso cumplirá cinco años en 2014.

En nuestro andar por la ciudad de Oaxaca nuestra venas se llenaron de mezcal, nuestra dieta diaria se nutrió con tlayudas de chapulines asados, también hubo reencuentros con compañeros de la prensa: Indie Rock’s, Periódico Noticias, Canal 22, momento preciso para reflexionar con respecto a qué ocurre en este país para que tengamos una sociedad indolente ante el asesinato de sus periodistas.

No obstante, nos permitimos ir más allá: rumbear en arrabales, salir del cine a altas horas de la noche, caminar de madrugada en compañía de nuestra novia la soledad, conversar con compañeros maestros de la Sección XXII, y celebrar nuestro cumpleaños con un maratón de cantinas. A tal grado, que todavía hoy, cuando cerramos los OjO’s para soñar con el #AmorProhibido, seguimos viendo cine: cortos, largos, ficción, documental, mexicano e internacional en nuestras pupilas.

Todo debido al vaivén de situaciones que este baluarte infinito de México permite, y que podrían sintetizarse en una frase: “No eres tú, es Oaxaca”; por su pan con chocolate de leche por las mañanas, el pasillo de las carnes en el mercado 20 de noviembre, las tardes soleadas por la plaza de Santo Domingo, la basílica de Nuestra Señora de la Soledad, el majestuoso teatro Macedonio Alcalá, con el 8vo. Congreso Nacional de Danzón incluido. 

Oaxaca como un crisol de expresiones culturales que el Festival de Cine magnífica, de tal suerte que si usted no conoce esta ciudad, o tiene mucho que no vuelve, este es el momento preciso. Sus maestros y habitantes, guerreros incansables como siempre y sobre todo en los años recientes, además de luchones… son sumamente hospitalarios.

Anhelo cumpleañero:

A todas y todos los que se tomaron un instante para recordar al responsable de esta reflexión casi quincenal en su diablo, y a los que no también, les parafraseamos a Cristina Pacheco: 

“Estemos donde estemos, por lejos que vayamos, no olvidemos nuestras raíces. Nosotros somos del campo, allí están nuestras raíces. No traicionemos a la tierra porque, después de todo, es nuestro único destino”.









viernes, 13 de septiembre de 2013

Catorcenal 118: Escribir… ¿para qué?



Por. Tu ausencia pasó a ser mi eternidad…


En solidaridad con Alberto Patishtán,
profesor inocente y “judicialmente” preso en Chiapas, México.


Escribir para manifestar nuestro desacuerdo con la manera de conducir este país, con quienes dicen ser “autoridades” y sus instancias de “gobierno”.

Escribir para sanear heridas, desterrar temores, erradicar rencores y sublimar el dolor (antes desamor), para superar el objeto de nuestro deseo y aceptar nuestra realidad, como proyecto de vida y objeto de estudio.

Escribir para congraciarse con la vida, para NO olvidar y SI decir, que SI-EM-PRE tendremos oportunidad de abrazar nuestra vida y hacer algo con ella. Para no cesar en nuestro esfuerzo por hacer de este país un lugar menos pinche y –en la medida de nuestras posibilidades- más humano.  

Escribir para decirle al mundo: “aquí estoy y no dejaré de expresar lo que piense aunque no haya medio (quisimos escribir miedo) de INFORMACIÓN que lo publique”. Al desamor hubo que agregar el desempleo, para entonces demostrar de qué estamos hechos… una vez más. Lo sabemos, habrá que sobreponerse a la realidad y probar –con hechos- que ahora más que nunca es urgente CON-TI-NU-AR en esto: La escritura, como una apuesta cotidiana por nuestro derecho a generar información y transmitirla. Esfuerzo comunitario por la posibilidad de establecer un diálogo, procurar el entendimiento mutuo, recíproco, y en la medida de lo posible DIALÉCTICO. Re-evolucionar, modificar nuestros patrones de interacción y excitarnos mediante la relación humana que llamamos Comunicación.

Escribir para decirle al pinshi-gobierno que ya estuvo bueno. Que existe un sector pensante en la prensa -de este conjunto de países que llamamos México- que no está dispuesto a aceptar, ni tolerar atrocidades, el linchamiento mediático,  la  represión, denostación y tampoco la desvalorización de las diferentes manifestaciones de inconformidad social; porque viviendo en 2013, asistimos a tiempos con definiciones históricas, que pueden ser entendidas como retrocesos.

Escribir para no permitir que una bola de atolondrados e ineptos destruyan deliberadamente lo poco que nos queda, es ahora y nos toca, este es el momento, si no es por nosotros que sea por nosotros. Así como no dejaremos de ser periodistas, aunque los medios se resistan a difundirnos, usted no dejará de ser ciudadan@ porque el gobierno lo ignore o reprima.

Escribir si, para exorcizar demonios (a.k.a. fantasmas), lo cual implica ser adulto en un lugar como México: cementerio andante y corrupto, tierra fértil para la impunidad pero también, y esto hay que decirlo: espacio para la manifestación de otras voces, LAS VOCES. Nuestras realidades son eso, NUESTRAS. Tomémoslas y responsabilicémonos, el momento es ahora -como nunca antes- , a darle que hay jale…

Una raya más al Tigre…

Invitación a compartir el pastel de cumpleaños con esta Estrella de Burlesque. La cita es el sábado 28 de septiembre en “La Caverna Rock & Bar”, ubicado en el interior del Centro Cultural Veracruzano, avenida Miguel Ángel de Quevedo, cuadrante de San Francisco Coyoacán, Ciudad de México-Tenochtitlán en punto de las 22 horas.

¡Cumbia y fuera!